Resumen de signos de puntuación [ ] ( ) ... ― " "
RESUMEN DE SIGNOS DE PUNTACIÓN
Editorial Letra Minúscula. (16 de mayo de 2023). Puntos suspensivos en una ENUMERACIÓN.
[Archivo de Video]. https://www.youtube.com/watch?v=VKCLvzwLv5w
1. Signo de puntuación doble ([ ]) que se utiliza, por lo general, de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria. Los corchetes se escriben pegados a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras o signos que los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; → 2.c); pero, si lo que sigue al corchete de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
2. Usos
a) Cuando dentro de un enunciado que va entre paréntesis es preciso introducir alguna precisión o nota aclaratoria: Una de las últimas novelas que publicó Galdós (algunos estudiosos consideran su obra Fortunata y Jacinta [1886-87] la mejor novela española del siglo xix) fue El caballero encantado (1909). Este orden de inclusión se invierte en las fórmulas matemáticas o químicas, donde los corchetes encierran operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis: [(4 + 2) × (5 + 3)] − (6 − 2) (→ paréntesis, 2.i).
b) En libros de poesía, se coloca un corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso cuando no se ha transcrito en una sola línea y se termina, alineado a la derecha, en el renglón siguiente:
| «Y los ritmos indóciles vinieron acercándose, |
| juntándose en las sombras, huyéndose y |
| [buscándose». |
| (Silva Obra [Col. 1880-95]) |
c) En la transcripción de un texto, se emplean para marcar cualquier interpolación o modificación en el texto original, como aclaraciones, adiciones, enmiendas o el desarrollo de abreviaturas: Hay otros [templos] de esta misma época de los que no se conserva prácticamente nada; Subió la cue[s]ta con dificultad [en el original, cuenta]; Acabose de imprimir el a[nno] D[omini] de 1537. Al desarrollar abreviaturas, no se deja espacio de separación ante los corchetes de apertura. Es también usual prescindir de corchetes y escribir el segmento reconstruido en cursiva, si el texto está en redonda, o en redonda, si el texto está en cursiva: anno Domini.
d) En obras de carácter lingüístico, se usan para encerrar las transcripciones fonéticas: [eŋ'klaβ̞e] (transcripción fonética de enclave). Para las transcripciones fonológicas se emplean las barras (→ barra, 1.e).
e) Se usan tres puntos entre corchetes para indicar, en la transcripción de un texto, que se ha omitido un fragmento del original: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa […] por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955-80]). La cita ha de tener continuidad lógica, gramatical y ortográfica; por tanto, cuando la marca de supresión coincida con signos de puntuación, se conservarán los necesarios para que el fragmento resultante siga estando correctamente puntuado: «¡Qué extraña familia […]! ¡Qué extraña y qué terrible!» (Gasulla Culminación [Arg. 1975]); «Cuando una mujer […] lograba desafiar a la opinión imperante […], se debía considerar a sí misma como una heroína» (MtnGaite Dieciocho [Esp. 1972]). Cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte inicial o final, se prescinde de los corchetes para encerrar los puntos (→ puntos suspensivos, 2.2.e).
3. Combinación con otros signos. Es idéntica a la de los paréntesis (→ paréntesis, 3).
1. Signo de puntuación doble con la forma ( ) que se usa normalmente para insertar en un enunciado una información complementaria o aclaratoria. Los paréntesis se escriben pegados a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; → 2.d y 2.e); pero, si lo que sigue al signo de cierre de paréntesis es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
2. Usos
a) Cuando se interrumpe el enunciado con un inciso aclaratorio o accesorio: Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos. Aunque también las comas (→ coma2, 2.1) y las rayas (→ raya, 2.1) se utilizan para enmarcar incisos, el uso de los paréntesis implica un mayor grado de aislamiento de la información que encierran con respecto al texto en el que se inserta. Por ello, los incisos entre paréntesis suelen ser oraciones con sentido pleno y poca o nula vinculación sintáctica con los elementos del texto principal.
b) Para intercalar algún dato o precisión, como fechas, lugares, el desarrollo de una sigla, el nombre de un autor o de una obra citados, etc.: El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes; Toda su familia nació en Guadalajara (México); La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido aumentar la producción de crudo; «Más obran quintaesencias que fárragos» (Gracián).
c) Para encerrar, en las obras teatrales, las acotaciones del autor o los apartes de los personajes: «Bernarda. (Golpeando con el bastón en el suelo). ¡No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo!» (GaLorca Bernarda [Esp. 1936]).
| «Inés. | ¡Ay, Jesús! | |
| Brígida. | ¿Qué es lo que os da? | |
| Inés. | Nada, Brígida, no es nada. | |
| Brígida. | No, no; si estáis inmutada. (Ya presa en la red está). ¿Se os pasa?» | |
| (Zorrilla Tenorio [Esp. 1844-1852]) | ||
Si las acotaciones del autor son exentas, no insertas en la réplica de un personaje, no es necesario escribirlas entre paréntesis. Como se ve en los ejemplos, los apartes de los personajes mantienen el estilo de letra del resto de la intervención ―cursiva en este caso―, mientras que las acotaciones del autor presentan un resalte inverso al del contexto en el que aparecen.
d) Para introducir opciones en un texto. En estos casos se encierra entre paréntesis el elemento que constituye la alternativa, sea este una palabra completa, sea uno de sus segmentos: En el documento se indicará(n) el (los) día(s) en que haya tenido lugar la baja; Se necesita chico(a) para repartir pedidos. Como se ve en los ejemplos, los paréntesis que añaden segmentos van pegados a la palabra a la que se refieren. En este uso, el paréntesis puede alternar con la barra (→ barra, 1.b).
e) Para desarrollar las abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas del texto original cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones. Los elementos que se añaden van entre paréntesis y sin espacios de separación: Imp(eratori) Caes(ari). En estos casos se recomienda utilizar con preferencia los corchetes (→ corchete, 2.c). Es también usual prescindir de paréntesis o corchetes y escribir el segmento reconstruido en cursiva, si el texto está en redonda, o en redonda, si se trata de un texto en cursiva: Imperatori Caesari.
f) En la reproducción de citas textuales, se usan tres puntos entre paréntesis para indicar que se omite un fragmento del original: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa (…) por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955]). En estos casos es más frecuente y recomendable el uso de los corchetes (→ corchete, 2.e). Cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte inicial o final, se prescinde de los paréntesis o los corchetes para encerrar los puntos (→ puntos suspensivos, 2.2.e).
g) Para delimitar algunas abreviaturas que no se cierran con punto ni con barra: (a) por alias, (e) por encargado (→ abreviatura, 8.a).
h) Las letras o números que introducen elementos de una clasificación o enumeración pueden escribirse entre paréntesis o, más frecuentemente, seguidas solo del paréntesis de cierre:
Los libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
(a) en los estantes superiores de la sala de juntas;
(b) en los armarios de la biblioteca principal.
O bien:
Los libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
a) en los estantes superiores de la sala de juntas;
b) en los armarios de la biblioteca principal.
i) En las fórmulas matemáticas o químicas, los paréntesis sirven para aislar operaciones que forman parte de una serie; para enmarcar operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis, se utilizan los corchetes (→ corchete, 2.a): [(4 + 2) × (5 + 3)] − (6 − 2).
3. Combinación con otros signos
a) El punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos se escriben siempre después del paréntesis de cierre:
Llevaban casados mucho tiempo (el año pasado cumplieron sus bodas de oro), pero nunca lograron entenderse.
Se llama Elvira Muñoz (si no recuerdo mal).
También se ha de colocar el punto tras el paréntesis de cierre cuando el texto entre paréntesis abarca todo el enunciado: La escuela ha convocado una nueva edición de su concurso literario. (Consulta las bases en nuestra página web).
b) No debe colocarse ningún signo de puntuación que no fuera necesario si se suprimieran los paréntesis; por ello, si el texto entre paréntesis está situado entre el sujeto y el verbo de la oración, nunca debe escribirse coma después del paréntesis de cierre, pues es incorrecto que sujeto y verbo vayan separados por coma (→ coma2, 3.1): ⊗Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso), se celebran en el salón de actos.
c) Cuando los paréntesis se combinan con otro signo doble, se cerrará primero el que se haya abierto en último lugar:
«No estoy seguro de esto (¿por qué habría de estarlo?)», señaló.
¿Cuántos países integran la ONU (Organización de las Naciones Unidas)?
d) El texto contenido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente. Por eso, si se omite o se sobrentiende cierta información del texto escrito entre paréntesis, los puntos suspensivos preceden al paréntesis de cierre: La manía de Ernesto por el coleccionismo (lo colecciona todo: sellos, monedas, relojes, plumas, llaveros…) ha convertido su casa en un almacén. En cambio, si el texto elidido o sobrentendido corresponde al discurso principal, los puntos suspensivos se escriben tras el paréntesis de cierre: Visitamos el museo de la ciudad, las calles del centro histórico, las montañas cercanas (una maravilla)… Acabamos agotados.
e) Cuando la secuencia parentética aparece al final del enunciado, debe colocarse punto detrás del paréntesis de cierre incluso si este va precedido de puntos suspensivos o de un signo de cierre de interrogación o exclamación:
Está encantado con su nuevo Picasso (yo diría que es falso, pero…).
Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!).
f) Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota, 3.
1. Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (…) ―y solo tres―, llamado así porque entre sus usos principales está el de dejar en suspenso el discurso. Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero, si lo que sigue a los puntos suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula inicial: El caso es que si lloviese… Mejor no pensar en esa posibilidad; pero, si no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula: Estoy pensando que… aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.
2. Usos
2.1. Para indicar la suspensión del discurso con fines expresivos
a) Señalan la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor o vacilación: El niño dice que él no ha roto el jarrón… Pero ¿quién ha sido si no?; Te llaman del hospital… Espero que sean buenas noticias; Quería preguntarte… No sé…, bueno…, que si quieres ir conmigo a la fiesta.
b) Dejan el enunciado en suspenso con el fin de crear expectación (Si yo te contara…) o por cualquier otro motivo (Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable… No quiero seguir hablando de ello).
c) Sin valor de interrupción del discurso, señalan a veces la existencia de pausas que demoran enfáticamente el enunciado: Ser… o no ser… Esa es la cuestión.
2.2. Para indicar la omisión de parte del texto
a) Señalan la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el interlocutor: A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y guías muy experimentados… Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa. Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario de sobra conocido: Más vale pájaro en mano…, así que dámelo ahora mismo; Y, en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: «Con diez cañones por banda…».
b) Se usan para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra ya mencionada: La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto… contienen algunos de los mejores hallazgos expresivos del autor.
c) Sirven para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes: ¡Qué hijo de… está hecho! A veces se colocan tras la letra inicial del término que se insinúa: Vete a la m… No te aguanto más.
d) Se emplean al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o su abreviatura: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música… Debe evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:
⊗Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música…, etc.
⊗Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera…
e) Entre corchetes […] (→ corchete, 2.e) o entre paréntesis (…) (→ paréntesis, 2.f), los puntos suspensivos indican la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual: «Fui don Quijote de la Mancha y soy agora […] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes Quijote [Esp. 1615]).
Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el comienzo mismo del enunciado, es posible escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que preceden: Un personaje galdosiano define a Larra como «… un escritor satírico de tanto talento como mala intención». La cita se escribe en estos casos con minúscula inicial, incluso cuando está precedida de dos puntos (→ mayúsculas, 3.4.b).
También cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte final es posible escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de separación con respecto al texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa más allá de la última palabra reproducida: La joven leía con avidez: «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota…».
3. Combinación con otros signos
3.1. Si los puntos suspensivos finalizan el enunciado, no debe añadirse a ellos el punto de cierre (se escribirán solo tres puntos): Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas… Creo que volveré el año que viene; pero, si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total (→ abreviatura, 8.a): Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón.…
3.2. Tras los puntos suspensivos sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación:
Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario…, ven a verme y te haré el presupuesto.
Mañana traerán la mesa, las sillas, los cuadros…; entonces sí parecerá una casa.
Una cosa no quedó clara…: ¿desde cuándo se aplicará esta medida?
La escritura de estos signos debe responder a los criterios de puntuación que se seguirían si no aparecieran los puntos suspensivos. Por tanto, no se escribe ⊗Y la gandora es…, Lidia Valdastillas (como tampoco ⊗Y la ganadora es, Lidia Valdastillas), sino Y la ganadora es… Lidia Valdastillas.
3.3. Los puntos suspensivos preceden al paréntesis, las comillas y las rayas de cierre si lo que se omite o se sobrentiende forma parte del discurso enmarcado por esos signos:
Está encantado con su nuevo Picasso (yo diría que es falso, pero…).
Ya lo dijo Arquímedes: «Dadme un punto de apoyo…».
Pero, si el texto elidido o sobrentendido corresponde al enunciado principal, los puntos suspensivos van detrás de los signos de cierre de paréntesis, comillas y rayas: El paisaje chileno ofrece muchos atractivos: mar y montaña, lagos y volcanes (como los de la X Región), desiertos (Atacama)…
3.4. Los puntos suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto: ¡Si te dije que…! Es inútil, nunca haces caso a nadie; si está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación: ¿Me habrá traído los libros?… Seguro que sí. Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura, los tres puntos suspensivos y el de los signos de cierre de interrogación o de exclamación: ―¿Viste a ese Sr….? ―Sí, el Sr. González estuvo aquí ayer.
3.5. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota, 3.
1. Signo de puntuación representado por un trazo horizontal (―) de mayor longitud que el correspondiente al guion (-) (→ guion2) y al signo menos (−), con los que no debe confundirse. Puede emplearse como signo doble (→ 2) o simple (→ 3).
2. Usos como signo doble. Se usan dos rayas, una de apertura y otra de cierre, para aislar fragmentos que introducen información complementaria o accesoria en el enunciado principal. Como el resto de los signos dobles, se escriben pegadas a la primera y a la última palabra del periodo que enmarcan, y separadas por un espacio de la palabra o signo que las precede o las sigue; pero, si lo que sigue a la raya de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Se usa la raya como signo doble en los siguientes casos:
2.1. Para encerrar aclaraciones o incisos: Para él la fidelidad ―cualidad que valoraba por encima de cualquier otra― era algo sagrado. Con esta función pueden utilizarse también las comas (→ coma2, 2.1) o los paréntesis (→ paréntesis, 2.a) . Los incisos entre rayas suponen un aislamiento mayor con respecto al texto en el que se insertan que los que se escriben entre comas, pero menor que los que se escriben entre paréntesis. A diferencia de la raya que enmarca los comentarios del narrador en los textos narrativos (→ 2.3.a), la raya de cierre de los incisos no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación, ni siquiera cuando el inciso ocupa el final del enunciado:
Esperaba a Emilio ―un gran amigo―. Lamentablemente, no vino.
Se publicaron varias obras del autor ―todas de su primera época―.
2.2. Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis: Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente ―incluso en español― es bastante extensa), deberá acudir a otras fuentes. Para intercalar algún dato o precisión en un inciso escrito entre rayas, han de usarse los paréntesis (→ paréntesis, 2.b): Venezuela ―primer lugar de tierra firme avistado por Colón en su tercer viaje a América (1498)― tenía, por aquel entonces, unos 300 000 habitantes.
2.3. En textos narrativos, la raya se utiliza también para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes. En este uso debe tenerse en cuenta lo siguiente:
a) No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje:
―Espero que todo salga bien ―dijo Azucena con gesto ilusionado.
A la mañana siguiente, Azucena se levantó nerviosa.
b) Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después: ―Lo principal es sentirse viva ―añadió Pilar―. Afortunada o desafortunada, pero viva.
c) Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de lengua (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación: ―¡Qué le vamos a hacer! ―exclamó resignada doña Patro (y no ⊗―¡Qué le vamos a hacer! ―Exclamó resignada doña Patro). Si la intervención del personaje continúa tras las palabras del narrador, el punto, la coma, el punto y coma o los dos puntos que correspondan al enunciado interrumpido se deben colocar tras la raya que cierra el inciso: ―Está bien ―dijo Carlos―; lo haré, pero que sea la última vez que me lo pides.
d) Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de lengua y el parlamento precedente constituye un enunciado completo, las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula: ―No se moleste. ―Cerró la puerta y salió de mala gana. Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, la raya que cierra el inciso narrativo debe ir asimismo seguida de punto: ―Me voy ya. ―Se puso en pie con gesto decidido―. No hace falta que me acompañe. Conozco el camino.
e) Si el comentario del narrador se intercala en mitad de un enunciado, el texto del inciso se inicia con minúscula, vaya introducido o no por un verbo de lengua:
―¡Esto que has hecho ―gritó― es una auténtica locura!
―Solo nos queda esto ―le enseñó unos pocos billetes― para el resto del viaje.
f) Si el signo de puntuación que hay que poner tras el inciso del narrador son los dos puntos, estos se escriben también tras la raya de cierre: ―Anoche estuve en una fiesta ―me confesó, y añadió―: Conocí a personas muy interesantes.
2.4. Las rayas se usan también para enmarcar los comentarios o precisiones del transcriptor de una cita textual: «Es imprescindible ―señaló el ministro― que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras».
3. Usos como signo simple. Se utiliza la raya como signo simple en los siguientes casos:
3.1. En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de estos:
―¿Cuándo volverás?
―No tengo ni idea.
―¡No tardes mucho!
Como se ve en el ejemplo, no debe dejarse espacio de separación entre la raya y el comienzo de cada una de las intervenciones.
3.2. La raya sirve asimismo para introducir cada uno de los elementos de una relación que se escriben en líneas independientes. En este caso, debe dejarse un espacio en blanco entre la raya y el texto que sigue. A la hora de puntuar este tipo de relaciones, hay varias posibilidades:
a) Escribir con inicial minúscula cada uno de los conceptos y cerrarlos con coma, excepto el último, que se cerrará con punto. Esta es la opción más recomendable cuando los elementos que se relacionan son simples, es decir, cuando están constituidos por una palabra o por un grupo sintáctico breve:
Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis:
― expresiva,
― fática,
― conativa,
― referencial,
― poética,
― metalingüística.
En este caso, es también válido eliminar la puntuación que cierra cada miembro enumerado:
Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis:
― expresiva
― fática
― conativa
― referencial
― poética
― metalingüística
b) Escribir con inicial minúscula cada uno de los conceptos y cerrarlos con punto y coma, excepto el último, que se cerrará con punto. Se recomienda emplear este procedimiento cuando los elementos de la lista sean más complejos, bien por su mayor extensión, bien por presentar puntuación interna:
En caso de tormenta en el campo, conviene seguir las siguientes recomendaciones:
― no refugiarse debajo de un árbol;
― desprenderse de objetos metálicos, como paraguas, bastones, etc.;
― no permanecer de pie en medio de espacios abiertos.
c) Escribir con inicial mayúscula cada uno de los conceptos, cerrando los enunciados con punto, opción recomendada cuando la relación se compone de enunciados completos:
Entre los rasgos del castellano hablado en Aragón, sobresalen los siguientes:
― La entonación es claramente ascendente y hay tendencia a alargar la vocal final.
― Se evita el acento en posición esdrújula.
― El sufijo diminutivo dominante es -ico.
― Se emplea mucho la partícula pues.
La raya puede sustituirse, en estos casos, por letras o números cardinales seguidos de punto o paréntesis, por un número ordinal o por otros signos tipográficos.
3.3. En listas alfabéticas, índices bibliográficos y otros repertorios, la raya al comienzo de una línea se usa para indicar que en ese renglón se omite, para no repetirlo, un elemento común ya expresado en la primera de sus menciones. También en este caso debe dejarse un espacio en blanco después de la raya:
voz. V. diátesis
― activa, 92, 163
― pasiva, 92, 163 y sigs.
― ― refleja, 93, 218, 219
Tras la raya de sustitución no debe escribirse el signo de puntuación que sigue, si lo hubiere, a la expresión sustituida; así, en el ejemplo siguiente, no deben escribirse tras las rayas los dos puntos que sí aparecen, en la primera mención, tras el nombre del autor:
Ortega y Gasset, J.: Artículos (1917-33).
― Idea del teatro (1946).
― La rebelión de las masas (1930).
3.4. La raya se usa precedida de un punto (.―) en los casos siguientes:
a) En los epígrafes internos de un libro, cuando el texto que sigue comienza en la misma línea:
Género de los sustantivos.― Por el género, los sustantivos se dividen en español en femeninos y masculinos. El género neutro no existe en español. Decimos que un nombre es femenino o masculino cuando…
b) En la edición de obras teatrales, para separar el nombre de cada uno de los personajes del texto de sus intervenciones:
María.― ¿Dónde vas?
Juan.― A dar una vuelta.
En el uso actual, la combinación de punto y raya ha perdido vigencia en favor de otros signos, como los dos puntos o el punto.
4. Combinación con otros signos. Cuando se usa como signo doble, la combinación de las rayas con otros signos sigue las mismas directrices dadas para los paréntesis (→ paréntesis, 3).
1. Signo de puntuación doble del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Las comillas inglesas y las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las angulares se escriben centradas. En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán en último lugar: «Antonio me dijo: "Vaya 'cacharro' que se ha comprado Julián"». Las comillas se escriben pegadas a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las preceden o las siguen; pero, si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
2. Usos
a) Para enmarcar la reproducción de citas textuales: Como dijo Ramón y Cajal, «todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro». Cuando se intercala un comentario del transcriptor de la cita, este debe enmarcarse entre rayas (→ raya, 2.4), sin necesidad de cerrar las comillas para volverlas a abrir después del inciso: «Es imprescindible ―señaló el ministro― que se refuercen los controles sanitarios en las fronteras».
También se encierran entre comillas las palabras textuales que se reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto: «Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir "impotencia y congoja" por este asesinato y exigieron "un compromiso de las autoridades para el esclarecimiento de estos graves hechos"» (País@ [Esp.] 12.6.2000). La inclusión, a través de las comillas, de un texto literal dentro de un enunciado en estilo indirecto es aceptable siempre y cuando no se incumpla alguna de las condiciones impuestas por dicho estilo, como, por ejemplo, la correlación de tiempos verbales o los cambios en determinados pronombres o adverbios. No sería aceptable, por tanto, un enunciado como el siguiente: ⊗Mi madre nos recomendó que «no salgáis a la calle sin abrigo».
b) Para encerrar, en las obras literarias de carácter narrativo, los textos que reproducen de forma directa los pensamientos de los personajes: «"Esto empieza mal", pensó Bastidas malhumorado» (Chavarría Rojo [Ur. 2002]).
c) En las citas y pensamientos entrecomillados que constan de varios párrafos, se colocan comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura):
Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos:
«En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos ―vándalos, suevos y alanos― atravesaba el Pirineo y caía sobre España […].
»Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio».
Estas comillas, llamadas comillas de continuación o comillas de seguir, se utilizan también en las obras narrativas cuando la intervención de un personaje en un diálogo ocupa más de un párrafo. En este caso, no aparecen comillas de apertura y el párrafo final no termina con comillas de cierre:
―¿Qué ha pasado? ¿Qué hace usted aquí?
―Es largo de contar, pero intentaré ser claro y no detenerme en detalles.
»Ayer, cuando tenía todo listo para irme al aeropuerto, recibí una llamada misteriosa que me invitaba a no viajar […].
»Por eso no me he ido.
―Creo que es lo mejor que ha podido hacer.
Por lo que se refiere a las citas de varios párrafos, lo normal hoy es reproducirlas con sangrado respecto del resto del texto y generalmente en un cuerpo menor. En ese caso, ya no son necesarias las comillas:
Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos:
En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos ―vándalos, suevos y alanos― atravesaba el Pirineo y caía sobre España […].
Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio.
d) Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar, procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial: Dijo que la comida llevaba muchas «especies»; En el salón han puesto una «boiserie» que les ha costado un dineral; Parece que últimamente le va muy bien en sus «negocios». En textos impresos o electrónicos escritos en letra redonda, es más frecuente y recomendable reproducir los extranjerismos crudos en letra cursiva que entre comillas.
e) Cuando en un texto manuscrito se comenta un término o expresión desde el punto de vista lingüístico, estos se escriben entrecomillados: La palabra «cándido» es esdrújula. En los textos no manuscritos, en lugar de usar las comillas, se escribe el término en un tipo de letra diferente al de la frase en que va inserto (en cursiva si el texto normal va en redonda, o en redonda si el texto normal va en cursiva).
f) En obras de carácter lingüístico, las comillas simples se utilizan para enmarcar los significados: La voz apicultura está formada a partir de los términos latinos apis 'abeja' y cultura 'cultivo, crianza'.
g) Se usan las comillas para citar el título de un artículo, un poema, un capítulo de un libro, un reportaje o, en general, cualquier parte dependiente dentro de una publicación; los títulos de los libros, por el contrario, se escriben en cursiva cuando aparecen en textos impresos en letra redonda (o viceversa, en redonda si el texto normal va en cursiva): Ha publicado un interesante artículo titulado «El léxico de hoy» en el libro El lenguaje en los medios de comunicación, obra en la que han participado varios autores. Cuando los textos que forman parte de una obra mayor se citan solos, y no junto con el título de la publicación a la que pertenecen, puede optarse por el uso de comillas o de cursiva.
También se usan las comillas para aislar el título de una obra citado dentro de otro título (La monografía Las definiciones de los elementos químicos en el «Diccionario de la lengua española» se publicó en 1989), así como los títulos de ponencias, discursos, conferencias o exposiciones si se citan dentro de un enunciado (El rey inauguró la exposición «Goya y su tiempo»).
h) Cuando se mencionan en el interior de un texto, se delimitan con comillas los lemas, consignas y eslóganes: Mandela buscó la reconciliación bajo el lema «Un equipo, un país».
3. Combinación con otros signos
a) El punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos se escriben siempre después de las comillas de cierre:
Sus palabras fueron: «No lo haré»; pero al final nos ayudó.
Según los estatutos, «cualquier miembro de la corporación puede ser elegido presidente». La realidad, sin embargo, es otra.
También se ha de colocar el punto tras las comillas de cierre cuando el texto entrecomillado abarca todo el enunciado: «No está el horno para bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.
b) Cuando las comillas se combinan con otro signo doble, se cerrará primero el que se haya abierto en último lugar:
«¿Qué es este paquete?», preguntaban impacientes los niños.
¿De verdad ha dicho «hasta nunca»?
c) El texto que va dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, los puntos suspensivos precederán a las comillas de cierre si se omite o se sobrentiende cierta información del texto entrecomillado: Ya lo dijo Arquímedes: «Dadme un punto de apoyo…». En cambio, si el texto elidido corresponde al discurso principal, los puntos suspensivos se escriben tras las comillas de cierre: Siempre las mismas excusas: «no me ha dado tiempo»; «se me ha olvidado»; «no sé hacerlo»…
d) Cuando la secuencia entrecomillada aparece al final del enunciado, debe colocarse punto detrás de las comillas de cierre incluso si estas van precedidas de puntos suspensivos o de un signo de cierre de interrogación o exclamación:
«Si pudiera decirle lo que pienso realmente…». A Pedro no le resultaba fácil hablar con sinceridad.
«¿Dónde te crees que vas?». Esa pregunta lo detuvo en seco.
e) Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota, 3.
Figura 1.
Clipart set signos de puntuación
https://www.rae.es/dpd/corchete
https://www.rae.es/dpd/par%C3%A9ntesis
https://www.rae.es/dpd/puntos%20suspensivos
https://www.rae.es/dpd/raya
https://www.rae.es/dpd/comillas
https://www.teacherspayteachers.com/Product/Clipart-set-signos-de-puntuacion-7459534

El video permite ampliar más sobre el tema de los signos de puntuación. ¡Excelente!
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